He descubierto que la mejor forma para moverse por Nueva York es en bicicleta. Aunque también es verdad, que aquí la climatología es un poco extrema, con lo que creo que durante el crudo invierno, suspendo los paseos en bici.
Para empezar, hay que destacar lo llanito que es Manhattan. Apenas hay pendientes, por lo que es muy cómodo tanto patearla a pie, como en bici. Empiezas a andar y cuando te quieres dar cuenta, llevas 2 km del tirón.
Otra de las ventajas de la bicicleta es la existencia de carriles bici en casi todas las calles. En las que no lo hay, hay que estar un poco pendiente del tráfico, pero es bastante seguro. Aunque aquí el uso del casco no es obligatorio (salvo en niños), se recomienda su uso.
Para todos aquéllos que como yo, no tenemos bici, la ciudad ha creado un sistema de bicicletas compartidas, Citibike. Consiste en unas estaciones con bicis a lo largo y ancho de la ciudad, en las que se ofrece un uso diario, semanal o anual. Los precios son de 9,95, 24,95 y 99 respectivamente. Y es tan sencillo como coger una bici en una estación y soltarla en cualquier otra. Eso si! Hay un límite de 30 minutos seguidos para los usuarios de un día o mensuales, y de 45 minutos para los anuales. Tras ese tiempo, puede dejarse en una estación y coger otra bicicleta, siempre en periodos de 30 o 45 min. De momento, las estaciones no llegan hasta el norte de la ciudad, siendo la calle la última para dejar o coger una bici. Lo mismo ocurre en Brooklyn, donde no llega a todas las zonas. Y de momento, no ha llegado a los otros 3 barrios de Nueva York: Queens, Bronx y Staten Island. Aún tiene que desarrollarse más, pero con lo implementado hasta ahora, está perfecto para un comienzo.
Dejo el link de Citibike, por si hay algún interesado en recorrer la ciudad a 2 ruedas y quiere echar un vistazo a su web.
Volveré con más.
See u later alligators!
See u later alligators!
